Desde que nacemos estamos en un desafío constante. Lo que quiero decir es que desde que empezamos a formarnos en el interior de nuestras madres luchamos por conseguir salir al exterior. No sabemos con lo que nos vamos a encontrar pero luchamos por vivir. Es el instinto natural por superarnos.
Entonces empieza nuestro andadura. Nacemos, gateamos, caminamos, y de adultos corremos a lograr lo que nos proponemos. Estamos en constante superación, nunca dejamos de marcarnos nuevos retos en los cuales nos ponemos a prueba nosotros mismos.
Pasamos los retos de los estudios, terminar la carrera, tener o no pareja que no es un reto pero todos en la vida tenemos la necesidad de encontrar a alguien con quién disfrutarla, tener o no hijos, un trabajo, buena salud ...
Al caso. Yo todo eso lo he conseguido, ¿ y ahora qué ? Ahora a conseguir nuevos retos y emociones personales, y así lo hice...
"El destino mezcla las cartas y nosotros somos los que jugamos"
Sí. Mi destino mezcló las cartas y de repente, mi vida dio un giro de 180º e hizo que cambiara la forma de verla.
Me renové por completo, empecé a hacer cosas que nunca me había planteado, algunas por no gustarme, otras por pereza, y otras por pensar que no lo iba a conseguir. Me marqué experiencias nuevas, nuevos objetivos, proyectos... pero lo importante es que "Querer es poder, mi éxito es mi esfuerzo, y ése es realmente mi destino" . Y desde ese momento se me alinearon los astros, pero no como yo había pensado toda mi vida, no, estaban alineados para que yo los alineara diariamente.
Y aquí estoy escribiendo un nuevo post, en un nuevo blog.